El próposito

Este negocio comenzó como parte de un proyecto escolar para la materia de Proyecto Integral, pero en realidad la idea venía rondando mi cabeza desde hace tiempo. Siempre quise emprender algo propio, no solo para generar ingresos y poder comprar mis cosas, sino también como una forma de aprovechar mi tiempo en algo que realmente me motive y me apasione.


Desde chiquita me gustaba emprender. Recuerdo que vendía pan de elote a mi familia, con ayuda de mi mamá, simplemente porque quería hacerlo. Desde entonces descubrí que me encantaba todo lo relacionado con la repostería y ese tipo de actividades.


Esta actividad me está gustando mucho en general. Me doy cuenta de que se necesita ingenio para saber cómo llamar la atención de los clientes, por ejemplo, usando buenas fotos en redes sociales. También descubrí que me encanta hacer las galletas. Al principio no sabía cómo se hacían, pero ahora disfruto cada parte del proceso. Además, me gusta tratar con las personas y brindarles un buen servicio, porque eso también hace que quieran volver.


imagen de galletas caseras
imagen de un cliente feliz